El ozono tiene un eficaz y potente poder oxidativo, ” mortal para la célula cancerigena” ya que ellas carecen de enzimas como la superóxidodismutasa, la catalasa y la glutatión peroxidasa, su sistema de defensa antioxidante es débil .
Las células sanas, al contrario, no sufre daños ya que estas sí que poseen ese escudo enzimático antioxidante de defensa con mayor eficiencia. Además la actividad del sistema inmune y su modulación apoya en el restablecimiento del sistema inmunológico el cual colabora en la eliminación de las células anormales / no sanas.
En el caso de la radioterapia la ozonoterapia potencia su acción, ya que la radioterapia se basa en la producción de radicales libres; concretamente en la producción de radicales hidroxilo. Pero para que éste se produzca, la zona a radiar debe estar oxigenada; es decir, la radiación ionizante funciona tanto mejor cuanto más oxígeno.
Así que una de sus ventajas es que el ozono, aumenta esta transferencia de oxígeno y asegura no sólo la mayor eficacia de la Radioterapia, sino que también reduce los efectos secundarios de la misma al proteger la célula sana por su capacidad de activar sistemas antioxidantes, fundamentales en la lucha contra los radicales libres.
Recibir sesiones de Ozono antes de recibir quimioterapia, radioterapia o someterse a una intervención quirúrgica, prepara al organismo del paciente al estimular sus sistemas inmunologicos y antioxidantes, minimizando los efectos secundarios del tratamiento y potenciando su efecto terapéutico.